jueves, 8 de octubre de 2009

EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS

Tan solo en la semana pasada, y sin pretender buscar información sobre el tema, en la cotidianeidad de los días escolares se suscitaron dos hechos que bien vale la pena comentar, porque se relacionan con lo que exactamente no significa educar por competencias.Una noticia radiofónica, daba a conocer un hecho delicado sobre la actuación de un alumno que amenazaba a sus compañeros. Como era de esperarse, se comenzó la movilización de autoridades para investigar el hecho a profundidad, y haciéndose acompañar de los reporteros encargados de la nota, se encontraron con que en la escuela en cuestión no había clases. El motivo era que los docentes de la zona escolar se encontraban en reunión de Consejo Escolar.La supervisora responsable de esa zona escolar, manifestó con extraordinaria seguridad ante el medio de comunicación, que los maestros estaban en reunión técnica, porque si se pretendía una escuela de calidad, pues entonces se tenían que tomar acuerdos para ello; por supuesto, acuerdos donde interviniera todo el profesorado, sin importar la suspensión de labores. Porque a final de cuentas –dijo-, estas reuniones están normadas. (Debo recordar a los lectores de este artículo, que el pasado 4 del presente, hubo suspensión de clases a nivel estatal, precisamente para este tipo de reuniones).Un día después, al revisar la libreta de Matemáticas de mi hija que cursa el segundo grado de primaria, me encontré con una calificación –en rojo, por supuesto-, de ocho, en un problema que implicaba operaciones de suma y resta “de llevar”.Le pregunté a la niña, cuál era la parte que no entendía, y ella me respondió que sus amigos tampoco habían entendido. Por lo que decidí actuar y tanto a sus amigos como a ella, les dí una clase.Vistos de manera aislada, estos hechos, como los que suceden a diario en las aulas, no guardan ninguna relación. Sin embargo, si se analizan en su génesis, veremos que es precisamente el enfoque pedagógico el que los maestros no están comprendiendo.Educar por competencias y según la UNESCO, significa llevar al alumno a que movilice sus conocimientos, valores, habilidades, destrezas y actitudes, para que pueda resolver situaciones académicas y de la vida cotidiana, empleando diversas estrategias, pero sobre todo el razonamiento.Tal parece que se ha comprendido este enfoque (que se desprende de las teorías constructivistas), como el dejar hacer, al “permitirle” al alumno que encuentre los “caminos” adecuados, como si estos “caminos”, fueran únicamente su responsabilidad.No es posible que el maestro abandone su papel de experto en el manejo de la pedagogía y su didáctica. La calidad de la educación no se da por añadidura ni por buenas intenciones.Un trabajo bajo los requerimientos de este enfoque, precisa un mayor compromiso y un mayor esfuerzo en las aulas. Es inadmisible observar docentes platicando a media cancha, o saliéndose constantemente de las aulas. Tampoco es permisible esa ya descarada conducta, de estar suspendiendo por días completos o por horas clase, so pretexto de elaborar proyectos innovadores de intervención docente. Últimamente nos ha llegado bastante bibliografía para estudiar cómo se educa por competencias, y solo por citar a un renombrado autor, Philippe Perreneud, se puede leer en el texto: “En la escuela, no se trabajan bastante la transferencia y la movilización, y no se da bastante importancia a este impulso. Es pues insuficiente. De modo que los estudiantes acumulan conocimientos, pasan exámenes, pero no llegan a movilizar estos acervos en las situaciones de la vida”.No se trata de tener maestros eruditos, ni especializados en la conformación de proyectos educativos, ya que esta tarea, demanda además un seguimiento profuso de los alcances y las limitaciones de tales propuestas. A mí me gustaría que esas constantes suspensiones se vean monitoreadas por las autoridades respectivas y de alguna manera se mida su impacto. Esperaré ver en el cuaderno de mi niña, algunos otros ejemplos del problema que no logró resolver, porque además de los que yo le compartí, no he visto otros.Yo creo que es tiempo de ponernos a trabajar y dejarnos de tanto pretexto tan infantil. Aquí los coordinadores de zona de educación básica, tienen un gran reto. Una educación de calidad no es privativa de ciertas clases sociales. Es un derecho del alumnado y a la vez, una obligación de Estado.“No se trata de renunciar a las disciplinas, que son campos de conocimientos estructurados y estructurantes. Hay competencias del dominio disciplinario, hay que trabajar en este marco. En la enseñanza primaria, es necesario sin embargo preservar la polivalencia de los profesores, no "secundarizar" la escuela primaria. En la enseñanza secundaria, se pueden desear compartimentos menos precoces y más ceñidos, profesores menos especializados, menos encerradas en una única disciplina y orgullosos de ignorar todo de los demás”. Philippe Perreneud. (Bibliografía: “El Arte de Construir Competencias”, Nova Escola (Brasil), 2000

Artículo publicado en el Periódico Hidrocálido el día 29 de Septiemre de 2009

2 comentarios:

  1. Este comentario que has hecho, nota una cruda realidad sobre la disposición de muchos maestros para mantener un grupo interesado en cada uno de los objetivos que determinan la actividad escolaren nuestros programas que se preparan desde nivel primaria. Así tuve un complejo parecido con mi niña que esta en quinto grado de primaria sobre un tema relacionado con la estructuración fisiológica que sufre el adolescente en la aparición de la pubertad y como que la maestra no les quiso ahondar el tema porque no sabía como y les dijo que les haría un diagrama o esquema, les leyó lo que venía en el libro, y se detuvo abruptamente y les dijo que no hagan nada hasta que yo les diga. Realmente muchos no estamos preparados para muchos temas pero eso no significa que pongamos un pequeño granito para lograrlo e interesarnos en los objetivos que se deben de dar con los estudiantes. Y mucho ojo con cada uno de ellos porque como adolescentes son muy inquietos, lo que debemos aprovechar para encausarlos en sus trabajos.

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  2. Me gusto mucho tu artículo, me parece que reflejas muy bien la penosa realidad de muchos maestros. Desgraciadamente hoy en día sigue habiendo maestros sin vocación que solo buscan su propio beneficio, olvidándose por completo de sus alumnos.
    Es cierto lo que mencionas, es muy peligroso que ante la ineficiencia de muchos maestros se mal interpreten los objetivos pedagógicos reales y se eche por la borda el lado constructivista de la educación, donde esta sea un proceso en el que aprender equivale a construir conocimientos y enseñar signifique contribuir al logro de dicha construcción.
    No cabe duda que la profesión docente requiere de una preparación especial, pues tenemos ante nosotros la vida de cientos de seres humanos que confían en nuestro trabajo.

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